El informe llamado: “El tiempo de trabajo y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada en el mundo” examina los dos aspectos principales del tiempo de trabajo: las horas de trabajo y la organización del tiempo de trabajo, y los suyos efectos sobre el rendimiento de las empresas, así como y el equilibrio entre el trabajo y la vida privada de las personas.
El primero en el que se concentra el estudio es en el equilibrio entre la vida profesional y personal, y constata que más de una tercera parte de todos los trabajadores trabajan más de 48 horas por semana, mientras que una quinta parte de la fuerza de trabajo mundial tiene un horario de trabajo reducido (a tiempo parcial) o trabaja menos de 35 horas semanales.
El informe también analiza diferentes organizaciones, y cómo gestionan el tiempo de trabajo, y sus efectos sobre el equilibrio entre la vida profesional y privada, tales como los sistemas de trabajo por turnos, horarios comprimidos y horas anuales de media. Advierte que los beneficios de algunas de estas modalidades flexibles, como una vida familiar mejor, pueden estar acompañados por costes como mayores desequilibrios de género y riesgos para la salud.
El informe incluye un número de conclusiones y recomendaciones, entre las que cabe destacar las siguientes:
- Las leyes y las reglamentaciones de la jornada laboral sobre el número máximo de horas de trabajo diarias y los períodos de descanso reglamentarios son logros que pueden contribuir a la salud y el bienestar de una sociedad a largo plazo, y por tanto no se deben poner en peligro.
- Las jornadas de trabajo más largas están asociadas por lo general con una productividad inferior, mientras que un horario más reducido está relacionado con una mayor productividad.
- Los países deberían aprovechar las experiencias adquiridas con la reducción y flexibilidad de las horas de trabajo durante la crisis de la COVID-19. Incluyendo las modalidades a tiempo parcial con las mayores prestaciones posibles, no sólo para mantener el empleo sino también para sostener el poder adquisitivo y crear la posibilidad de amortizar los efectos de las crisis económicas.
- Son necesarias respuestas de la política pública a fin de promover reducciones de las horas de trabajo en numerosos países, para promover un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada y mejorar la productividad.
- El teletrabajo contribuye a mantener su trabajo y crea un nuevo espacio para la autonomía del empleado. Sin embargo, esta y otras formas de modalidades flexibles de trabajo deben ser reguladas para contener sus posibles efectos negativos, a través de políticas como la que a menudo se llama un “derecho a desconectarse” del trabajo.